jueves, 7 de diciembre de 2023

ADALBERTO VARALLANOS

ADALBERTO VARALLANOS, DEL LEGENDARIO VALLE DEL ÑUCÓN DE JESÚS

Irrumpió a la escena nacional con esa generación luminosa de pensadores del Siglo XX, que dejaron huellas indelebles en los diversos campos del quehacer cultural y social de nuestra patria. Pero el destello intelectual de Adalberto Varallanos partió pronto, verdad que es inimaginable los límites de su proyección. Pues se truncó una gran esperanza, mas ya era una realidad, tal como lo retratará su coetáneo y amigo Jorge Basadre, había en él dice: “devoción absoluta a la literatura”.

Cuentista, crítico literario, prosador de polendas, poeta y ensayista, escritor surrealista, jesusino; editorialista. En 1924 edita el libro “Ideario de Acción” del pensador mexicano José Vasconcelos; así como, la revista CELULOIDE, de arte cinematográfico. Con Manuel Beltroy, animador de empresas librescas, funda la editorial y librería “Renovación”. Asimismo, en 1927 con Jorge Basadre, Xavier Abril, Carlos Oquendo de Amat y otros, funda “La Jarana”, revista de literatura y arte.

Hay que ir a la geografía del amauta Javier Pulgar Vidal y su enfoque, para quizá comprender y definir mejor sobre el lugar de su nacimiento. Tan igual que en la geografía al describir las regiones del Perú, “digamos, que el facilismo al estilo español, han hecho y hacen, que mantengamos aún, repitamos, designamos a Huánuco como el lugar de su nacimiento”. Adalberto Varallanos nació en la ciudad de Jesús, capital de la hoy provincia de Lauricocha, un 23 de abril de 1903, hijo de don Andrés Vara Cadillo y doña María Nicolasa Llanos Vargas. Fallece en Jauja a los 26 años de edad, el 29 de julio de 1929.

Con el alma impregnado de un nuevo espíritu, reclamaba que “Huánuco no debe seguir viviendo o jactándose de títulos nobiliarios que recibió de los dominadores españoles”; había en él un afán renovador, inspirador, futurista. El año 1922 ingresa a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos a estudiar en la facultad de letras, también fue alumno de jurisprudencia; en Huánuco estudio la primaria en el Colegio Seminario San Luis Gonzaga, y secundaria en el Colegio Nacional de Minería (1917-1921), hoy Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco.

Como las letras del poema de Nicanor de la Fuente en su honor “se ha ido en raid de eternidad y silencio”. Sus obras quedaron dispersas en diversas revistas, que no han perdido vigencia y hoy vuelven a la valoración de la crítica en festivales y seminarios. Gracias a su hermano José Varallanos se han publicado: “La muerte a los 21 años y otros cuentos” (1939), “Receptáculo de Términos” (1939), “Datos para la Critica del mañana” (1936). En “Permanencia” (1968), su hermano José recopila toda su producción edita.

Iniciador de la prosa surrealista en el Perú, uno de los primeros sudamericanos en llegar a publicar en revistas europeas. Colaboró en “Amauta”, “La Sierra”, “Mundial”, “La Crónica”, la revista de “Lima”, en Perú; Revista “Avance” de La Habana (Cuba); “Orientación” en Buenos Aires, el “Mentor”, “San Juan de Areco”, en Argentina; “Transitión”, en París (Francia) y EEUU. No cabe duda que fue un escritor de porvenir y un acucioso investigador, refieren “que no habría de faltarle, era el primero en conseguirse, siempre en la mano, la más reciente publicación del extranjero”.

Con afán renovador, espíritu revolucionario, vanguardista, retorna a Huánuco (1924) con su amigo Esteban Pavletich promoviendo actividades culturales, que digamos no bien acogida en su tiempo. A Pavletich le escribe desde su lecho de dolor una carta premonitoria que reza “Si alguien te pregunta por mí dile que me he muerto por un año”. Pues que mejor, terminar y retratar su vida con las estrofas de un escrito de Jorge Basadre: “La independencia que el arte nuevo proclamaba, él la llevo a su vida. En sus años en Lima vivió con el mismo descuido para la comida y el sueño que el de los poetas de entonces para la rima y el metro. Probablemente actuaron también otras circunstancias. Cuando la enfermedad había tomado ventaja partió a la sierra, a Jauja. Allí vio venir la muerte”.

Por: Isaac Laurencio Boza  

Publicado en semanario “Avance”.

No hay comentarios: