ADALBERTO VARALLANOS, DEL LEGENDARIO VALLE DEL ÑUCÓN DE JESÚS
Cuentista, crítico literario,
prosador de polendas, poeta y ensayista, escritor surrealista, jesusino;
editorialista. En 1924 edita el libro “Ideario de Acción” del pensador
mexicano José Vasconcelos; así como, la revista CELULOIDE, de arte
cinematográfico. Con Manuel Beltroy, animador de empresas librescas, funda la
editorial y librería “Renovación”. Asimismo, en 1927 con Jorge
Basadre, Xavier Abril, Carlos Oquendo de Amat y otros, funda “La Jarana”,
revista de literatura y arte.
Hay que ir a la geografía del
amauta Javier Pulgar Vidal y su enfoque, para quizá comprender y definir mejor sobre
el lugar de su nacimiento. Tan igual que en la geografía al describir las
regiones del Perú, “digamos, que el facilismo al estilo español, han hecho y
hacen, que mantengamos aún, repitamos, designamos a Huánuco como el lugar de su
nacimiento”. Adalberto Varallanos nació en la ciudad de Jesús, capital de
la hoy provincia de Lauricocha, un 23 de abril de 1903, hijo de don Andrés Vara
Cadillo y doña María Nicolasa Llanos Vargas. Fallece en Jauja a los 26 años de
edad, el 29 de julio de 1929.
Con el alma impregnado de un nuevo
espíritu, reclamaba que “Huánuco no debe seguir viviendo o jactándose de
títulos nobiliarios que recibió de los dominadores españoles”; había en
él un afán renovador, inspirador, futurista. El año 1922 ingresa a la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos a estudiar en la facultad de letras,
también fue alumno de jurisprudencia; en Huánuco estudio la primaria en el
Colegio Seminario San Luis Gonzaga, y secundaria en el Colegio Nacional de Minería
(1917-1921), hoy Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco.
Como las letras del poema de
Nicanor de la Fuente en su honor “se ha ido en raid de eternidad y
silencio”. Sus obras quedaron dispersas en diversas revistas, que no
han perdido vigencia y hoy vuelven a la valoración de la crítica en festivales
y seminarios. Gracias a su hermano José Varallanos se han publicado: “La
muerte a los 21 años y otros cuentos” (1939), “Receptáculo de Términos”
(1939), “Datos para la Critica del mañana” (1936). En “Permanencia”
(1968), su hermano José recopila toda su producción edita.
Iniciador de la prosa surrealista
en el Perú, uno de los primeros sudamericanos en llegar a publicar en revistas
europeas. Colaboró en “Amauta”, “La Sierra”, “Mundial”, “La
Crónica”, la revista de “Lima”, en Perú; Revista “Avance” de
La Habana (Cuba); “Orientación” en Buenos Aires, el “Mentor”, “San
Juan de Areco”, en Argentina; “Transitión”, en París (Francia) y
EEUU. No cabe duda que fue un escritor de porvenir y un acucioso investigador, refieren
“que no habría de faltarle, era el primero en conseguirse, siempre en la
mano, la más reciente publicación del extranjero”.
Con afán renovador, espíritu
revolucionario, vanguardista, retorna a Huánuco (1924) con su amigo Esteban
Pavletich promoviendo actividades culturales, que digamos no bien acogida en su
tiempo. A Pavletich le escribe desde su lecho de dolor una carta premonitoria
que reza “Si alguien te pregunta por mí dile que me he muerto por un año”.
Pues que mejor, terminar y retratar su vida con las estrofas de un escrito de
Jorge Basadre: “La independencia que el arte nuevo proclamaba, él la llevo a
su vida. En sus años en Lima vivió con el mismo descuido para la comida y el
sueño que el de los poetas de entonces para la rima y el metro. Probablemente
actuaron también otras circunstancias. Cuando la enfermedad había tomado
ventaja partió a la sierra, a Jauja. Allí vio venir la muerte”.
Por:
Isaac Laurencio Boza
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