JUAN PONCE VIDAL, GANFALONERO DE LA INTANGIBILIDAD DE HUANUCO
El que con más cariño y prestancia difundió y defendió a Huánuco es el maestro Juan Ponce Vidal. Huánuco es “capital de la historia del Perú” retrucaba en los pulpitos que se les brindaba, también nos dice en sus escritos: “Puede la historia tener sus detractores, pero resulta asombrosamente cierto cómo es que contribuye a integrar, a formar la razón de ser de un pueblo, de una comunidad, y a dinamizarlos. La historia es el punto de partida para cualquier realización humana”.Ahora que estamos ad portas del
bicentenario su mensaje está presente. En su libro “Nosotros… los de Huánuco”,
Capítulo VIII. La primera libertad peruana: 15 de diciembre de 1820, nos
recuerda a los precursores y luchadores innatos que no se dieron tregua y
fueron fusilados en la plaza de armas de Huánuco en 1812. Describe en uno de
los párrafos: “Y en esa misma Plaza, cuando los ochos años transcurridos
desde el holocausto de los doceañistas, eran muy pocos como para que de las
pupilas se borraran las terribles horas de punición colonialista, este
pueblo de cabildantes, allí mismo -en su Plaza de Armas-, no aguardó un
instante y proclamó su libertad. La primera -valgan verdades- que se
pronunciaba en el Perú. Al menos en el norte del Perú. No somos
intransigentes”.
No cabe duda que don Juan Ponce Vidal es un
personaje del siglo XX de Huánuco. Estuvo presente en los acontecimientos de
trascendencia para Huánuco y los más importante es que revaloró nuestra
historia y reconoció a sus protagonistas, bien sea en la catedra de la
Universidad Nacional Hermilio Valdizán, la docencia en el Colegio Nacional
Leoncio Prado, con el Centro Histórico Cultural de Huánuco que dirigía o en sus
diversas publicaciones. Nuestro personaje nace en Huánuco el 20 de octubre de
1928 y fallece en la ciudad de Lima en el año de 1989. Sus estudios primarios
los realizó en la Escuela Practica Mixta de las Srtas. Garay y el San Luis
Gonzaga, la secundaría en el colegio Leoncio Prado de Huánuco; estudio la
carrera de Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Educación
en la Universidad de Trujillo. Pues se desempeñó como abogado, docente,
periodista, escritor y político, transcurriendo 61 años de fructífera
existencia.
Don Juan Ponce Vidal, empedernido huanuqueño,
impulsó la creación de la Casa de la Cultura de Huánuco, hoy denominada
Dirección Desconcentrada de Cultura de Huánuco, siendo uno de sus primeros
directores. Asimismo, se desempeñó como decano del Colegio de Periodistas y del
Ilustre Colegio de Abogados de Huánuco, en su decanato, se promovió diversas
actividades jurídicas y constituyó el Consejo de Administración de la Mutual
del Abogado, entre otros. Entre sus obras literarias publicadas están: Ciudad
de los vientos, El libro de Huánuco, Gybsi (novela), Nosotros…
los de Huánuco, Survey del Potencial Económico y Social de Huánuco,
primer libro editado en la Universidad Nacional del Centro filial Huánuco, en
1962.
En su pasión por Huánuco, anhelaba ver
investido de verde los cerros de la ciudad: “necesitamos sembrar árboles,
reforestar nuestros jircas milenarios”, la verdad tenía una verdadera
vocación ecologista, recuerdan las personas con los que contertuliaban.
Promovió el prestigioso concurso nacional “Canto al árbol”, así también,
los Juegos Florales en la universidad el año 1967, donde salió ganador el poeta
Ricardo Melgar Bao. Como concejal de la municipalidad provincial de Huánuco
realizó diversas acciones en beneficio de Huánuco, ¿qué distinto sería nuestra
realidad si en las elecciones municipales de 1980 ganara la alcaldía provincial?
¿qué mala jugada nos negó esa posibilidad?, quizá hoy nuestra ciudad de
Huánuco, no estarían rodeado de cerros con asentamientos humanos, ni qué
humanos, ahí se sufre el abandono y la necesidad.
En estos momentos difíciles para nuestra
patria y de Huánuco en particular, debemos rescatar la mística de don Juan
Ponce Vidal, él nos dice: “Nos hallamos a gusto en casa, porque el
huanuqueño, sin duda, ha descubierto que el secreto de la felicidad no está en
tener todo lo que se quiere, sino en querer lo que se tiene”. Y terminar
esta semblanza con su mensaje visionario que nos deja: “Y no hay que
olvidar que el futuro de Huánuco dependerá en gran parte del turismo. Hay que
promoverlo.”.
Por: Isaac Laurencio Boza
Publicado
en: Avance.